miércoles, 14 de enero de 2015

FRANCISCO DE GOYA

BIOGRAFIA

Detalle de su primer Autorretrato (hacia 1773)

Francisco de Goya fue el artista plástico, pintor y grabador, más destacado de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX en su patria, España. Si bien inauguró el Romanticismo, también se lo reconoce como un auténtico precursor del Impresionismo, especialmente en sus últimas obras.

Goya probó e hizo prácticamente todo en el ámbito de la pintura: pintura de caballete, murales, grabados, dibujos, retratos y por ello es que fue el artista europeo más notable de su país y de Europa y esto último, justamente, se evidencia en la influencia que ejerció en las generaciones plásticas posteriores.

Francisco de Goya y Lucientes, tal es su nombre original, nació en el pueblo Fuendetodos, Zaragoza, el 30 de Marzo del año 1746, en el seno de una familia de posición social media. Su padre era un artesano y maestro dorador con cierta importancia en el pueblo y de él precisamente habría aprendido el oficio. Goya estudió en el Colegio de los Escolapios en Zaragoza y a la edad de 13 años, con una inclinación artística sumamente evidente ya, ingresó a la Academia de Dibujo de Zaragoza. Luego, continuaría su formación como pintor en Madrid, junto a Francisco Bayeu, de quien además se convertiría en cuñado cuando se casase con su hermana en el año 1775.

Uno de sus primeros trabajos, 63 cartones con diversas escenas cotidianas ideales, para la Real Fábrica de tapices, llegaría a instancias de Bayeu.

Retrato de Goya de Vicente López
A la par de este trabajo comenzó a retratar a personajes destacados de la escena política y social de su tiempo y a realizar obras religiosas que le reportarían un gran prestigio. En el año 1789 fue nombrado pintor de la corte de Carlos IV, siendo el retrato La familia de Carlos IV una de las obras más importantes que realizó en su trabajo como pintor real.
Aunque, la familia real no eran los únicos nobles que reclamaban el trabajo de Goya, también la aristocracia de su tiempo quiso ser retratada por el gran pintor y así que aparecieron sus famosos retratos: La Condesa Chinchón, la Maja Vestida y La Maja Desnuda, las cuales, según los rumores de la época, representaban a la Duquesa de Alba, con quien además Goya habría mantenido un sonado amorío.

Hacia el fin del siglo XVIII, Goya, desde el grabado, se ocuparía de realizar una implacable crítica a la sociedad civil y religiosa de su tiempo. La serie de 82 aguafuertes, conocido como Los Caprichos son la más fiel expresión de ello.
Asimismo, Goya, no hizo la vista gorda a la guerra que le tocó vivir como pintor de la corte tras la ocupación Napoleónica. A pesar del puesto que ocupaba retrató los horrores de la guerra (2 de Mayo y Los fusilamientos del 3 de Mayo).
Luego de la restauración de Fernando VII, en el año 1815, Goya, se retiro de la escena pública. Para este tiempo se había agudizado enormemente la afección que lo había dejado totalmente sordo, con lo cual, su retiro más la discapacidad contribuyeron fundamentalmente en el viraje que sufriría su obra de ahí en más. Tal situación quedó materializada en la decoración que le imprimió a su casa: 14 murales de enormes dimensiones, en los cuales predominaban los colores marrón, gris y negro y las temáticas oscilaban entre lo macabro y el terror.
Goya falleció el 15 de Abril del año 1828.


PERIODOS

CAPRICHOS

Mezcla original de temas y técnicas cultos (ilustrados) y populares. En la década de 1790 Goya tiene nuevas posibilidades en el escalafón de los pintores del rey, a consecuencia de la muerte de sus cuñados Ramón y Francisco Bayeu. En 1795 solicita aumento de sueldo y el derecho a emprender los proyectos aún no ejecutados por este último pintor, con el apoyo de Godoy, al parecer. Pero no le suben el salario hasta 1799, cuando llega a ser nombrado primer pintor. Son años de intenso trabajo cortesano: los frescos para San Antonio de la Florida en 1798; retratos de los reyes y la familia real; retratos también de Godoy y otros encargos suyos. Pinta La maja vestida para este último y no es inverosímil que hubiera pintado antes La maja desnuda también para el príncipe de la Paz, aunque no hay pruebas de ello, y es posible que fuera encargo de otra persona. Pinta, desde luego, varias alegorías para el palacio de Godoy en los primeros años de la nueva centuria. La Guerra de la Independencia entre 1808 y 1814 es un momento en que el arte tiene que ponerse al servicio de la patria. Salieron alegorías patrióticas del taller de Goya; lo llama Palafox a Zaragoza para representar las hazañas del primer sitio; y en los últimos meses de la guerra, en 1814, pide permiso a la Regencia para celebrar los hechos heroicos del 2 y del 3 de mayo de 1808 en grandes lienzos. Bajo el régimen de José I había retratado a oficiales franceses y ministros y le dan la orden de España, por mal nombre «la berengena». Pero según los testigos de la época no quiso nunca llevar la insignia, e incluso trató de salir del país. A partir de 1810 empieza a grabar una larga serie de estampas, que no termina por motivos políticos: los llamados

        OBRAS

Maja vestida
Maja desnuda






























El quitasol


















DESASTRES DE LA GUERRA

En ellas, lo mismo que en El dos de mayo y Los fusilamientos, destaca el papel del pueblo y demuestra su solidaridad con él. Su apoyo a la Constitución de Cádiz y a la causa liberal se refleja en las estampas alegóricas de los Desastres, hechas después de la guerra, y en muchos dibujos. Muere durante la guerra, en 1812, su esposa Josefa, y se suele fechar desde entonces la relación del artista con una pariente de su nuera, Leocadia Zorrilla, de veintitrés años y casada con Isidoro Weiss. Algunos opinan que Rosario Weiss, nacida en 1814, podría ser hija del pintor, pero es imposible demostrarlo. Goya necesitaría de compañía, desde luego, después de la guerra. Su hijo Javier vivía en casa propia; algunos de sus amigos, como Jovellanos, ya habían muerto y otros eran perseguidos por afrancesados o encarcelados por liberales. Goya expresa su repugnancia ante el régimen absolutista de Fernando VII en estampas que no publica y en dibujos con letreros irónicos que solo ven los amigos. Como pintor del rey, sin embargo, hace retratos de Fernando VII y su ministro el duque de San Carlos, y sigue retratando a la nobleza, a la burguesía y a los miembros de su familia. Graba dos series originales de aguafuertes: la Tauromaquia, que publica en 1816, y los enigmáticos Disparates, que deja sin terminar. En 1819, compra una casa de campo, conocida como la Quinta del Sordo, al otro lado del Manzanares, en una zona elevada con hermosas vistas, terreno para cultivar y posibilidades de ensanche que aprovecha el artista septuagenario. Sufre otra grave enfermedad y, cuando recobra la salud, llena las paredes de las dos salas principales de la Quinta con tremendas escenas llamadas 

      OBRAS

El dos de MAyo y los fusilamientos

Tauromaquia
Desastres



PINTURAS NEGRAS

Con temas de tiempo y muerte, destino y maldad humana. Ya piensa en el futuro de su nieto, Mariano, al que regala cuadros y, en 1823, la Quinta misma. Al finalizar por entonces, el Trienio Constitucional solicita permiso para ir a tomar las aguas a Francia, y dos años después, en 1826, pide su jubilación desde el país vecino. Vive sus últimos años en Burdeos entre exiliados liberales, acompañado por Leocadia y los dos hijos de ésta, haciendo nuevos proyectos y creando novedades en sus litografías y miniaturas sobre marfil. Pasa una corta estancia en París, hace un viaje a Madrid y, al fin, muere en tierra francesa a los ochenta y dos años, el l6 de abril de 1828, a las dos de la madrugada.


   OBRAS


Saturno devorando un hijo

Dos viejos comiendo sopa

Romeria a San Isidro

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